lunes, 11 de mayo de 2009

Tan lejos




El mañana
Se atusa los cabellos
Inciertos,
Y voluble flirtea
Con la enigmática
Manecilla...
Se le pueden torcer
Los pulsos,
Yéndosele
De las manos.
Una desmañada
Penumbra
Asaz ignota,
Cual imperceptible
Mota, parece
Asomar por
El horizonte.
El sístole y diástole
En ciernes
A veces se embarranca
En los riscos
De los regueros íntimos
Propalando leopardos
En el paciente
Pensamiento.
-Y tú no sonríes...-

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