Nocturno
En una noche de piedra,
De duro arranque,
Qué mejor que una copiosa
Ración de sutiles tubérculos
Aderezados con
ternura
Y bocados de cielo
Que fortalezcan los músculos
Y agudicen el ingenio.
Al igual que los motores
Precisan combustible,
El amor propio
Y la buena predisposición
Coadyuvan a pintar
De colores y perspectivas
Los nocturnos desvaríos.
Rebeldía
La ventana, en unas ansias locas
Por subvertir la madre natura,
Quiso romper la gravedad
Y la mesura que se colige
Del razonamiento humano,
En un provocador intento
Hurtando el engranaje
De los argumentos compartidos
Presentándolos un tanto falaces,
Y en un derroche de descaro,
Sin saber cómo
Y mediante un juego de manos
Se quedó con la turba,
Saliéndose con la suya,
Volteándose los principios
Más elementales.
Equilibrio
El cuerpo y tu pie,
Cual columna doblegada
Por el volumen
Del edificio de la vida,
No pueden avanzar,
Mirarse al espejo,
Recibir una palmada
De aliento en la espalda,
Y menos aún
Levantar cabeza.
1 comentario:
Bueno pase para mirar un poco tú blog y quedé enganchado.Eres un fenómeno Pepe...
Un saludo y nos vemos.
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